Escrito por Valerio Torre - PdAC |
Miércoles 23 de Mayo de 2012 20:38 |
Normalmente,
cuando las elecciones administrativas italianas no comprometen a una
gran parte del electorado (1), se acostumbra a decir que no se trata de
un “test político”.
Todavía, este argumento, aparentemente en el buen sentido, no vale en el marco en el cual las elecciones de los días 6 y 7 de mayo se desarrollaron: no sólo por el hecho de que se trataba de las primeras elecciones de la era post Berlusconi sino, también, porque se dieron inmediatamente después de las elecciones políticas en Grecia y de las elecciones presidenciales en Francia. Y, de hecho, el conjunto de este cuadro nos ayuda, proporcionándonos hoy los principales elementos de análisis del resultado italiano.
El resultado electoral en Grecia
El
resultado de las elecciones políticas griegas representó un clarísimo y
plebiscitario voto popular de rechazo a la Troika (2) y de sus planes
de ajuste estructural, aprobados con el objetivo de mantener al país en
la zona del euro (3): fueron castigados los dos partidos, de centro
derecha y centro izquierda (Nueva Democracia y Partido Socialista), que
sostuvieron al gobierno de Papademos, responsable de empujar a Grecia a
un abismo económico y social sin salida, imponiendo a los trabajadores y
a las masas populares un retroceso histórico para salvar a los bancos;
crecieron todas las otras fuerzas que, de algún modo, eran opuestas a
estas políticas, desde la coalición de izquierda “radical” Syriza al
Partido Comunista (KKE) y la Izquierda Democrática, hasta –en el lado
opuesto- al partido neonazi “Amanecer Dorado”.
Hasta
el momento, parece problemática la formación del nuevo gobierno, por
causa de la fragmentación de las fuerzas en el parlamento y de la
incompatibilidad de los programas expresados.
Las elecciones presidenciales en Francia
En
Francia, el electorado castigó al candidato presidente Sarkozy,
premiando, por otro lado, la opción política de François Hollande y el
Partido Socialista y confirmando la “regla” por la cual, en esta fase,
es castigado aquel partido que estaba en el gobierno. Y, así como en
Grecia, el Frente Nacional de la extrema derecha, con Marine Le Pen a la
cabeza creció enormemente en apoyo del electorado, interceptando gran
parte del malestar popular y canalizándolo a un programa populista
reaccionario, xenófobo y racista.
El
hecho es que, además del discurso electoral de Hollande contra las
reglas de la austeridad dictadas por Alemania, los intereses del
imperialismo francés, aunque en conflicto con los alemanes, coinciden
con este último en el proyecto de dominio sobre Europa, con el objetivo
de descargar los efectos de la crisis sobre la periferia del continente.
Así, la hipótesis más plausible en el futuro inmediato es que Angela
Merkel hará cualquier concesión de fachada al recién electo presidente
francés, que se contentaría así para salvar su cara.
El cuadro político después de las elecciones administrativas en Italia
Hechas
las debidas diferenciaciones con Grecia y Francia, las elecciones
administrativas en Italia delinearon un cuadro general semejante con
aquel de Grecia y Francia. También en Italia, el anhelo de cambio
determinó, pasando por el espejo deformado de las elecciones burguesas,
notables contradicciones que analizaremos posteriormente.
En
línea general, podemos afirmar que emerge un difuso rechazo a las
políticas de austeridad, que se expresa sea en el creciente
abstencionismo, sea en la responsabilidad de los partidos que
implementaron estas políticas en los últimos años, profundizándolas en
la actual fase política y, convirtiendo aún más pesados los efectos de
la violenta crisis económica.
En
este sentido, debe ser leída la gran caída del PDL -Pueblo de la
Libertad- y de la Liga Norte, sobre la cual influenciaron, también, los
numerosos escándalos (desde los sexuales de Berlusconi a los financieros
que involucraron al estado mayor del partido de Bossi). El apoyo al
gobierno de Monti y sus draconianas medidas constituyen más una razón de
la derrota. La misma razón por la cual el PD (Partido Democrático) de
Bersani, aunque que no haya registrado una sangría de votos, con todo no
fue visto como una real alternativa y sufrió una sensible pérdida en el
apoyo (menos de 91.000 votos, con respecto a las regionales del 2010).
No se salvaron el IDV -Italia de los Valores- (menos de 55.000 votos) y
la UDC -Unión de Centro-, que pierde el 6,5% de apoyo recibido en el
2010, mostrando, en particular, los límites del proyecto moderado del
Tercer Polo, sobre todo en el cuadro de su entusiasta apoyo al gobierno
del tecnócrata Monti.
El resultado de los “grillini”
El Movimiento 5 Estrellas,
del comediante Beppe Grillo, es el único real “vencedor” de esta
jornada electoral, confirmando un crecimiento anunciado en las
precedentes consultas electorales. Esta controvertida formación política
-sobre la cual, en el pasado, ya realizamos un análisis (4)- consiguió
atraer (y consolidar) el difuso apoyo de sectores populares, en virtud
de una propuesta populista de fondo reaccionario e individualista.
Gracias, pues, a la capitulación de la izquierda gobiernista (PRC
-Partido de la Refundación Comunista y SEL -Izquierda, Ecología y
Libertad) y a las posiciones liberales del PD, presentándose con una
fachada aparentemente radical, se benefició de los votos de los
desilusionados de aquellos partidos. En fin, la connotación ambigua
“anti-sistema” que el “grillismo” encarna, permitió al Movimiento 5 Estrellas drenar, también, las simpatías de gran parte del apoyo de los electores de la Liga Norte
- cómplices de los escándalos de estas últimas semanas, que demostraron
la perfecta integración de la Liga Norte en el corrupto sistema de la
política burguesa - que, de otra forma, caminarían hacia el
abstencionismo.
Todas
estas razones explican el óptimo resultado, en general, de esta
formación y, en particular, su afirmación, sobre todo en el norte y en
las llamadas ex “regiones rojas”.
El voto de la izquierda gobiernista…
En
lo que concierne el voto a la izquierda, en tanto continua el declive
de lo que resta de Refundación Comunista, el SEL vio muy reducida las
propias expectativas.
Seguramente,
la violenta crisis económica y la elección del PD de apoyar las medidas
de rigor, impuestas por la Troika, del gobierno de Monti, hicieron que
la situación de SEL como “ala izquierda” del PD determinase, también, su
estancamiento. La obsesión del SEL en competir con el PD en las
primarias que formaron la coalición que concurriría a las elecciones,
envolviéndolo en el juego sucio del PD, llevó algunos sectores que
miraban el SEL con simpatía a percibir que esta "novedad" se agotaba,
que era más del mismo. Todo esto explica porque el SEL no recibió el
apoyo que todos los sondeos preconizaban hace pocas semanas, alcanzando
cifras mucho más modestas que llevan a Vendola a que, sólo ahora, incite
a Bersani (PD) para comenzar a pensar en romper con Monti (5).
Refundación
(PRC), por el contrario, confirma su parábola declinante, a despecho de
los análisis de algunos de sus dirigentes (6). Basta ver los datos de
las elecciones administrativas anteriores en las mismas ciudades que
votaron ahora los días 6 y 7 de mayo, para verificar el
redimensionamiento numérico de un partido en fuerte crisis política, de
militancia y hasta financiera. Sólo algunos ejemplos: en Génova, en el
2007, el PRC tuvo más de 15.000 votos y el PdCI casi 6.500; hoy, juntos
en la Federación de Izquierda (FDS), tuvieron poco menos de 5.300 votos.
En Pistoia pasaron de más de 2.100 votos del PRC y de los casi 4.200
del PdCI, a los actuales 1.172 de la FDS. En Parma, de los 3.200 del
2007 a los 1.290 de hoy, de Refundación. En Taranto, de más de 2.500 a
los actuales 725… Y podríamos continuar.
La
conciencia de los dirigentes del PRC de esta situación explica porque
gastan sus últimos recursos para tratar de esconder la realidad detrás
de una especie de hiperactivismo -como, por ejemplo, la manifestación
nacional convocada para el 12 de mayo en Roma- la ausencia de una real
propuesta política alternativa y la voluntad (siempre más explícita) de
cerrar lo más rápido un acuerdo con Bersani (PD) para las elecciones del
2013.
… y de la centrista
Sobre
el resultado de las fuerzas centristas -Izquierda Crítica y PCL
(Partido Comunista de los Trabajadores)- a la izquierda del PRC, no es
necesario gastar muchas palabras.
El
primero partido, que se hunde en la crisis de su propio proyecto
internacional y nacional (6), presentó una única lista en una pequeña
ciudad de Romaña (realmente poco para un partido que, frecuentemente, se
enorgullece de ser grande), poniendo después en exhibición el resultado
en la propia web e indicándolo como una especie de ejemplo para el
conjunto de la izquierda...
El
segundo, que anunció hace algunos meses su participación en las
elecciones para probar un enraizamiento nacional del partido, se
encuentra con un puñado de resultados (absolutos y porcentuales) en
promedio (o inferiores) con el resto de las fuerzas -nuestra incluso-
que se colocan a la izquierda de Refundación.
El sentido de nuestra participación en las elecciones
El
problema está exactamente aquí. El PdAC no está interesado en barajar
las cartas de los números de las elecciones burguesas, de las cuales
participa para disfrutar de una extraordinaria tribuna en la cual expone
a las masas el propio programa, con el objetivo de construir la
dirección revolucionaria de las luchas, la cual aún no existe y que,
sobre todo hoy, es necesaria.
Los
resultados de nuestras candidaturas en Lecce y en Verona, aunque
modestos desde un punto de vista numérico, constituyen un resultado
político que medimos en las nuevas fuerzas militantes y en un
crecimiento del área simpatizante de nuestro partido. Aquellos que, por
el contrario, construyen el propio grupo en la lógica del electoralismo,
no recogen nada políticamente y sufren, incluso, el boomerang de los
pequeños porcentajes, y después están restringidos a explicar, con
artificios contables o con el silencio (como hizo, al menos, hasta hoy
el grupo dirigente del PCL, que había tocado, por semanas, el bombo
triunfalista: "somos el único partido a la izquierda de Refundación",
"somos un partido del 1%", etc.).
Nosotros
preferimos, por el contrario, invertir en la visibilidad y contactos
recogidos en las elecciones, en la construcción del partido
revolucionario, en el calor de las luchas de las cuales participamos
cotidianamente y en el marco de una Internacional Revolucionaria.
Convidamos a todos aquellos que quieren empeñarse en la construcción de
algo mucho más importante que un porcentaje de votos: un partido para
contraponer a la burguesía y a sus gobiernos, para repeler las políticas
de austeridad, para sustentar una salida obrera y revolucionaria a la
crisis del capitalismo.
NOTAS
(1)La
demagogia reaccionaria de Grillo: la otra cara de la crisis
gobiernista, http://www.alternativacomunista.it/content/view/1358/47/
(2) Entrevista a Nichi Vendola en el periódico L’Unità del 9/5/2011.
(3)
Pegolo y Grassi, contentándose con un resultado del 2,3 – 2,5%,
semejantes a los resultados de las elecciones regionales del 2010. El
hecho es que, aunque valiéndose de aquellos datos (que no constituyen un
instrumento de comparación correcto), debe ser recordado que, con
respecto a aquella elección, el PRC y SEL perdieron, de conjunto, 12.000
votos (¡- 16%!).
(4)
Del cual constituye un reflejo del resultado decepcionante del NPA
(Nuevo Partido Anticapitalista) francés en las recientes presidenciales.
(5)
Vale la pena recordar los datos de Génova, en la región de uno de los
dos dirigentes nacionales, en la cual el PCL no sólo fue superado por el
partido de Marco Rizzo, como que incluso perdió cerca de la mitad de
los votos que tenía en las elecciones administrativas anteriores.
(6)
“Se profundiza la crisis de los partidos burgueses. Pero, la solución
vendrá de las luchas, no de las urnas”, http://www.alternativacomunista.it/content/view/1637/51/
Traducción: Laura Sánchez
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miércoles, 23 de mayo de 2012
Grecia, Francia, Italia: Sólo las luchas pueden parar el ataque burgués
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